Había gran expectación para ver al primer ministro de Lesoto entrar en la corte de la capital para recibir la acusación oficial contra él por el asesinato de Lipolelo, asesinada a las puertas de su casa apenas dos días antes de que Thabane accediera al poder en 2017. Thabane debía presentarse a las 9:00 hora local (07:00 GMT). Sin embargo, el veterano líder, de 80 años, no acudió a su cita con la justicia por encontrarse fuera del país, concretamente en la vecina Sudáfrica por motivos médicos, según confirmó un asistente suyo a AFP: «No ha asistido a la corte, porque se ha sometido a un chequeo médico en Sudáfrica», dijo su secretario personal, Thabo Thakalekoala. Su oficina se vio obligada a emitir un comunicado ante los rumores sobre el paradero del primer ministro: Thabane «no está evandiendo la justicia» si no que «comparecerá tan pronto como regrese a Lesoto», rezaba el documento. La policía deberá determinar si el abogado de éste, Qhalehang Letsika, los engañó intencionalmente cuando dijo el jueves que su cliente se presentaría al día siguiente en la corte. Si lo hizo, será acusado de obstrucción a la justicia.
Licencia por enfermedad
Tras el «plantón» de Thabane el viernes, la policía amenazó con emitir una orden de arresto si había evidencia de que el primer ministro estaba tratando de evadir la justicia. Sin embargo, fuentes policiales anunciaron el sábado que le habían concedido una licencia por enfermedad hasta el 27 de febrero. «Se harán nuevos arreglos para que comparezca ante el tribunal, ya que tiene que estar en condiciones de hacerlo», dijo a Reuters el comisionado adjunto de policía Paseka Mokete. «Por lo tanto, todavía no hay una orden de arresto emitida. Su baja por enfermedad comienza desde ayer y termina el 27 de febrero».
Falta de energía
Su partido, Convención de Todos los Basothos (ABC, por sus siglas en inglés) le había dado hasta el jueves para que renunciase a su cargo. Sin embargo, el primer ministro anunció ese mismo día en la radio estatal que abandonaría el poder
a finales de julio de 2020 debido a su «vejez» y «falta de energía» para seguir cumpliendo su cometido, sin hacer mención a su inminente acusación
por asesinato. La Asamblea Nacional es el único órgano que puede decidir si Thabane se queda o se marcha. El partido gobernante no dispone de candidato claro para suceder a Thabane por lo que los analistas políticos esperan que se convoquen elecciones generales.