Europa se lanza a la carrera por el control de la inteligencia artificial

La UE no quiere perderse la próxima revolución tecnológica con la llegada de la inteligencia artificial y se ha lanzado ya a diseñar el entorno del futuro de la economía digital con la idea de mantener sus capacidades y su independencia frente a los otros dos grandes polos donde se está trabajando también a toda velocidad que son Estados Unidos y China.

Para empezar, la Comisión Europea ya ha decidido que si los datos van a ser la próxima materia prima, se necesitan reglas propias para su utilización que garanticen los derechos fundamentales de los ciudadanos, pero al mismo tiempo espera que las compañías comunitarias puedan utilizarlos para su expansión económica. En total, la Comisión prevé inversiones de hasta 20.000 millones de euros al año, una parte importante para la creación de grandes bancos de datos en Europa que puedan ser utilizados por los desarrolladores europeos según las reglas europeas.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quiso presentar personalmente esta proposición aprobada el mertes, citando una frase del autor norteamericano Yuval Noha Harari que viene a decir que «los humanos somos siempre mejores inventando tecnologías que utilizándolas» y que en este caso «La inteligencia artificial no solo mejora nuestras vidas, sino que la UE es líder en esa área», y los ciudadanos pueden confiar en su buen manejo. «La batalla de la industria de lso datos acaba de empezar y nosotros estamos para ganarla» dijo el comisario del mercado digital Tierry Breton.

Como hace en estos casos, la Comisión ha puesto en marcha una consulta pública en la que todos aquellos sectores implicados pueden indicar cuáles son sus intereses y sus opiniones, desde los casos en los que podría permitirse el reconocimiento facial, que ahora está prohibido, o el uso de los datos médicos.

Las previsiones de la evolución de este nuevo sector son apabullantes. La Comisión calcula que el volumen de datos que ha recopilado la humanidad en toda su historia hasta hoy empezará a doblarse cada 18 meses, por lo que incluso el almacenamiento más eficiente planteará problemas energéticos y medioambientales. En los próximos cinco años se cree que se van a crear unos 11 millones de puestos de trabajo en la UE para técnicos formados en esta tecnología.

Los responsables europeos (la presidenta de la Comisión, la vicepresidenta Vestager y el comisario Breton salieron ayer a la palestra para dar una idea de la importancia que se atribuye a esta iniciativa) hicieron expecial hincapié en el hecho de que habrá una estricta condicionalidad para todas las empresas y países que quieran beneficiarse del mercado interior y es que todos deberán garantizar previamente que respetan los principios fundamentales europeos. Tal vez se referían al gigante chino «Huawei».

«Un enfoque holístico» que no agrada a los expertos

J.M.Sánchez

Los expertos no han encajado del todo bien las medidas propuestas por la Comisión Europea. Para Raúl Rubio, socio responsable de tecnologías de la información y la comunicación en Baker McKenzie, la publicación de estas estrategias de datos e inteligencia artificial de la Comisión destaca por su «enfoque holístico», pero cree «no abordan los diferentes problemas aislados, sino dentro de una estrategia para promover la transformación digital junto con otros objetivos de la UE, como la neutralidad climática».

A su juicio, el paquete de medidas tiene la intención de ayudar e impulsar el desarrollo tecnológico, pero se centran en los beneficios para las personas y el cumplimiento de los derechos fundamentales. «La estrategia de datos no solo se centra en el marco regulatorio de los datos y también destaca la necesidad de tener y desarrollar tecnologías e infraestructuras de próxima generación, así como habilidades digitales».

En esa línea sostiene que la necesidad de abordar un enfoque sectorial promoviendo el desarrollo de espacios de datos comunes en sectores económicos estratégicos como la salud o la movilidad. «Podemos resaltar el enfoque centrado en el ser humano basado en el establecimiento de reglas y requisitos para el propósito de mejorando la confianza de los usuarios en Inteligencia Artificial. La distinción entre aplicaciones de Inteligencia Artificial de alto riesgo y no de alto riesgo también sirve para tener una guía útil para las empresas cuando implementan Inteligencia Artificial y para tratar de manera adecuada los riesgos asociados con la implementación de Inteligencia Artificial», añade.