¿Has recibido este SMS de la DGT?: la nueva estafa con la que están intentando robarte

Los cibercriminales siguen desarrollando campañas de estafas destinadas a timar a los usuarios. Recientemente, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha alertado sobre la llegada de una nueva en la que los delincuentes se hacen pasar por la Dirección General de Tráfico (DGT) con el fin de engañar a los internautas para robarles el dinero. Como en tantos otros casos, la campaña se desarrolla a través de mensajes de SMS. En este caso, los criminales afirman, suplantando siempre a la DGT, que el usuario tiene una multa pendiente de pago. En caso que no la abone, se le amenaza con un incremento. Incibe ha detectado varios mensajes distintos en los que se realiza este tipo de advertencia. Utilizan diferentes palabras, pero, al final, el objetivo siempre es el mismo: engañar al usuario para que abone el supuesto importe de la multa haciéndole creer que la solicitud procede, realmente, de la DGT. Estos SMS van acompañados de un enlace, como es habitual en las estafas de esta clase. Si se pincha encima, el internauta es redirigido a una página maliciosa que se hace pasar por la oficial de la DGT y luciendo su logo. En la pantalla «se informa a la víctima de que tiene menos de 24 horas para hacer el pago de la multa y de esa manera evitar un recargo del 50% y posibles demandas», señalan desde Incibe. En la página también aparece recogida una opción llamada ‘Pagar multa’. Si se hace clic encima, el usuario acaba en una página en el que se le piden todos sus datos personales y bancarios. Precisamente, la última información que se solicita, en una ventana posterior, es el PIN de la tarjeta de crédito. El usuario debe saber que la DGT nunca avisa a los usuarios sobre sus multas a través de SMS o correo electrónico. Por lo que se trata de una campaña muy fácil de detectar. Los usuarios además deben saber que todos los expertos en ciberseguridad recomiendan desconfiar de los mensajes en los que se busque alertar para actuar rápido y, además, se pida dinero. El internauta no debe responderlos ni seguir las instrucciones antes de estar completamente seguro de que no se encuentra ante una estafa.