«En aquel momento no sabía que (el llamado Estado Islámico) era un culto a la muerte»
«Sé que algunas personas, no importa lo que diga o haga, no creerán que he cambiado, no creerán que quiero ayudar», aseguró, «pero para aquellos que tienen al menos una gota de misericordia, compasión y empatía en sus corazones, les digo desde el fondo de mi corazón que lamento cada decisión que he tomado desde que entré en Siria y viviré con ello el resto de mi vida». Con el pelo largo y suelto, las uñas pintadas y con gorra en vez de velo, Begum pidió perdón al pueblo británico y explicó que cuando salió de Reino Unido solo pretendía casarse, tener hijos y «vivir una vida islámica simple y pura». «En aquel momento no sabía que (el llamado Estado Islámico) era un culto a la muerte, pensé que me estaba uniendo a una comunidad islámica».
La joven fue encontrada en un campo de refugiados por un periodista del diario ‘The Times’ en el 2019, cuando estaba embarazada de su tercer hijo, tras haberse casado con el holandés Yago Riedjik, convertido al islamismo y posteriormente encerrado en prisión. El entonces ministro del Interior y actual ministro de Sanidad, Sajid Javid, decidió retirarle la nacionalidad por motivos de seguridad, pero en julio del año pasado, el Tribunal de Apelaciones dictaminó que a la joven debería permitírsele su regreso a Reino Unido para presentar su caso, lo cual fue a su vez apelado por el Ministerio del Interior, que argumentó ante el Tribunal Supremo que permitirle regresar al Reino Unido «crearía importantes riesgos para la seguridad nacional». El pasado febrero, el Tribunal Supremo dictaminó de forma unánime que Begum no podrá volver a pisar suelo británico.
«La prioridad del gobierno sigue siendo mantener la seguridad nacional y proteger al público»
En declaraciones a la BBC la joven, cuyos tres hijos murieron, aseguró que «se odia a sí misma» y que podría ser «útil para la sociedad», y justificó que sería un desperdicio dejarla «pudrirse» en el campamento en el que vive. Además, defendió que «no hay pruebas» de que fuera un elemento clave en la planificación de atentados terroristas, y que está preparada para demostrar su inocencia en los tribunales británicos, aunque aceptaría «ir a prisión» si así de decidiera en un «juicio justo».
El gobierno, sin embargo, no está dispuesto a ceder. Javid declaró a la prensa local que «nadie le permitirá regresar» y que su decisión de despojar a Begum de la ciudadanía británica fue «moralmente correcta» y «también legalmente correcta», además de la adecuada «para proteger al pueblo británico». «La prioridad del gobierno sigue siendo mantener la seguridad nacional y proteger al público», expresó por su parte un portavoz del Ministerio del Interior.