La inmunoterapia llega al alzhéimer

Un equipo de investigadores del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas de la Universidad Ludwig-Maximilians (Alemania) y Denali Therapeutics (EE. UU.) han desarrollado un innovador enfoque para estimular las células inmunes del cerebro de tal manera que, posiblemente, podría proporcionar una mejor protección contra la enfermedad de Alzheimer. Su trabajo, publicado en la revista «EMBO Molecular Medicine», podrían permitir el desarrollo de nuevas terapias para tratar la enfermedad de Alzheimer.

Los científicos han identificado un anticuerpo específico que se une a las células inmunes del cerebro, denominado «microglia ». Esto estimula su actividad de tal manera que viven más tiempo, se dividen más rápidamente y detectan sustancias aberrantes más fácilmente. En ratones con síntomas de enfermedad similares a los de la enfermedad de Alzheimer, los estudios revelaron que los depósitos o placas de proteínas se reconocieron y degradaron más rápidamente. Las famosas placas se encuentran entre las características de la enfermedad de Alzheimer y se sospecha que causan daño neuronal.

«Descubrimos que las placas no se eliminaron en su totalidad, sino que esto ocurría en sus bordes –explica Christian Haass-. Se supone que es precisamente esta área fronteriza la que libera repetidamente proteínas que causan daño a las neuronas. Por lo tanto, es posible que hayamos encontrado una manera específica de eliminar las formas particularmente dañinas de amiloide, que es la proteína contenida en las placas», añade el investigador del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas.

La activación de la microglía podría ayudar a eliminar las placas y así combatir el alzhéimer. TREM2 parece jugar un papel importante en este proceso

Haass y su equipo se han centrado en las células inmunes del cerebro desde hace muchos años. Su investigación se centra en TREM2, un llamado receptor en la superficie celular al que se pueden unir otras moléculas. TREM2 puede ocurrir en diferentes versiones de persona a persona; algunas de estas versiones alteradas aumentan drásticamente el riesgo de desarrollar alzhéimer en la vejez.

En estudios anteriores, descubrieron que estas variantes especiales ponen a la microglía en un estado latente irreversible, lo que impide que las células inmunes funcionen correctamente para reconocer, absorber y descomponer las placas y las células muertas. Por el contrario, «sospechamos que la activación de la microglía podría ayudar a eliminar las placas y así combatir el alzhéimer. TREM2 parece jugar un papel importante en este proceso», asegura Haass.

«Hemos demostrado que las células inmunes pueden ser estimuladas para descomponer los depósitos de amiloide de manera más efectiva. Esto demuestra que, en principio, nuestro enfoque puede funcionar»

Este es precisamente el enfoque que el equipo de Munich y Denali están siguiendo. El anticuerpo identificado, que ahora se genera utilizando métodos biotecnológicos, se une a TREM2, lo que desencadena procesos que mejoran la actividad de la microglia.

Sin embargo, Haass advirtió que hacen falta más estudios antes de avanzar a los ensayos clínicos: «Hemos demostrado que las células inmunes pueden ser estimuladas para descomponer los depósitos de amiloide de manera más efectiva. Esto demuestra que, en principio, nuestro enfoque puede funcionar». Sin embargo, apunta, «todavía queda un largo camino por recorrer antes de que pueda probarse en humanos y se necesitan datos adicionales para validar este enfoque».

Las terapias actuales pueden aliviar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer en cierta medida, pero no pueden detener el avance de la enfermedad. «Hasta ahora, todos los intentos de tratar la enfermedad de manera efectiva no han tenido éxito. Recientemente, un ensayo clínico con dos medicamentos fracasó. Aunque hay otro agente experimental que parece tener un efecto positivo en la memoria, queda por ver si este medicamento lo hará ser aprobado por las autoridades reguladoras. En vista de esta situación, se necesitan con urgencia enfoques terapéuticos innovadores. Este es precisamente el objetivo de nuestra investigación», apostilla Haass.