Los conservadores se rebelan contra Johnson por el caso Huawei

Una de las apuestas más polémicas del primer ministro británico, Boris Johnson, tras ganar las elecciones el pasado diciembre fue aceptar la participación de Huawei en el desarrollo de la red 5G de la nación, eso sí, con limitaciones. Al considerar al gigante asiático como un proveedor de alto riesgo, limitó su participación a un 35% de la infraestructura y se le excluyó de las zonas consideradas «sensibles», como las instalaciones militares, entre otras. Sin embargo, miembros de su propio partido han apoyado una enmienda al proyecto de Ley de Telecomunicaciones para que Huawei sea expulsado del proyecto dentro de tres años, por considerar que un proveedor de alto riesgo no debería tener ninguna participación.

Esta primera rebelión interna fue impulsada por el que fuera líder de los «tories», Ian Duncan Smith, y contó con el respaldo de 38 diputados, así como del Partido Laborista. Pese a ello, no salió adelante, ya que obtuvo 282 votos a favor y 306 en contra. La medida fue respaldada por varios tories de alto perfil, incluidos los ex ministros del gabinete Damian Green y David Davis y el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de los Comunes Tom Tugendhat, que aseguró que permitir a la empresa china su entrada en la infraestructura británica es como “dejar entrar al zorro en el gallinero”.

Esta es la primera señal de que el premier, pese a contar con mayoría absoluta en el Parlamento, no puede dar por sentado que sus diputados estarán siempre de su parte. En su contra también está el gobierno estadounidense, que ha presionado a Reino Unido para que excluya a la multinacional china de la red de telecomunicaciones, lo que podría suponer un obstáculo a la hora de negociar un tratado comercial con el país norteamericano en la nueva era «post Brexit». El gobierno de Trump ha acusado a Huawei de espionaje y ha puesto sobre la mesa el temor de que su red sirva para vigilar a los ciudadanos y a los gobiernos. Hasta el momento, Johnson ha hecho oídos sordos a las presiones externas, pero no será tan fácil si dichas presiones se mantienen en el ámbito doméstico, sobre todo si los involucrados son miembros de su propia formación política.

El secretario de cultura, Nicky Morgan, defendió que Huawei «no representa el desafío de seguridad por el que algunos están preocupados» y aseguró que los servicios de seguridad británicos ya han estado tratando con Huawei en la red 4G durante años, por lo que entienden que con la 5G no habrá problemas.