El recuento estaba muy lejos de acabar al cierre de esta edición -con solo poco más del 3% escrutado-, pero muchos elementos indicaban que el líder izquierdista sería la opción con más apoyos: había liderado las encuestas con suficiencia en las últimas semanas y los sondeos a pie de urna le daban como ganador. Todo ello lo confirmaban los primeros resultados en aparecer: de los 2.097 precintos donde se celebraron «caucus», se había efectuado el recuento en 67. En ellos, Sanders dominaba con claridad, con un 55,3% de los votos.
Joe Biden, segundo
La pregunta ayer por la noche era, más bien, qué candidato quedaría segundo y qué impacto tendrían los resultados en el resto de candidaturas. Con el escrutinio conocido, Joe Biden hacía buenas las previsiones de las encuestas, que le colocaban segundo. Conseguía un 17,5% de los apoyos, y dejaba en la pelea por el tercer lugar a Elizabeth Warren, Pete Buttigieg y Tom Steyer.
Nevada es un estado decisivo no solo porque es uno de los primeros en acudir a las urnas, sino también porque tiene un electorado con mayor presencia de minorías raciales que en los dos primeros estados en celebrar primarias, Iowa y New Hampshire. Las minorías negra e hispana son decisivas en las primarias demócratas, y en Nevada ha sido la primera oportunidad para determinar por qué candidatos apuestan.
Sanders ha hecho un gran esfuerzo entre el electorado hispano -«Unidos con Bernie» es el lema de campaña para los hispanohablantes- y parece que empieza a cosechar lo sembrado. En los sondeos a pie de urna, la mitad de los votantes hispanos se habían inclinado por el líder socialista, con mucha diferencia respecto al siguiente candidato, Joe Biden, que conseguía el apoyo de uno de cada siete votantes de este electorado.
Liderato considerable
Nevada tiene poco peso demográfico y reparte pocos delegados, pero el voto hispano será determinante en el «Super martes», el 3 de marzo, cuando se celebren primarias en una quincena de estados. Entre ellos, California y Texas, los estados que más delegados reparten y donde, además, el peso del voto hispano es mayor. Si Bernie sale del «Super martes» con un liderato considerable -y el voto hispano será determinante en ello-, será muy difícil que el resto de candidatos moderados puedan darle la vuelta a las primarias.