O al menos, certificará que ese teléfono móvil -cada vez más un apéndice del cuerpo- no lo ha estado. De haberlo estado, y según las nuevas normativas, el dueño del aparato debería estar en cuarentena y, por tanto, tendría prohibida su estancia fuera del lugar designado para ésta.
El escaneo del código se puede realizar a través de WeChat (el Whatsapp chino), la aplicación móvil de mensajería que lo mismo sirve de red social que de sistema de pago electrónico, entre otros muchos usos.
Al escanear el código, aparece un formulario que pide que se detalle el nombre, el número de teléfono, el número de pasaporte y la nacionalidad, antes de aceptar y conseguir el “salvoconducto digital” que le permita al portador del teléfono ir a cenar o a tomarse un café.
NUEVAS DIRECTRICES SANITARIAS
“Nos pidieron que empezáramos a aplicar la normativa el 17 de marzo”, explica a Efe la gerente de una céntrica cafetería pequinesa, que prefiere permanecer en el anonimato. “Si los clientes no cuentan con el código adecuado, no les permitimos entrar. Les ha pasado ya a un par de grupos de chinos que vinieron de Shanghái”.
En caso de que el cliente pase el trámite, el personal del local le tomará la temperatura y, si es inferior a 37,3 grados, procederá a registrarse en una lista que -cuenta la fuente- ha de mantener como registro de clientes en caso de que el Gobierno quiera examinarlas, o por si se detectara un contagio, para poder localizar a potenciales infectados.
Si, por ejemplo, una persona se ha quedado sin batería en el teléfono, o sin internet, e incluso si no lleva consigo el aparato, los vigilantes del puesto de control no permitirán al individuo la entrada al recinto, como pudo comprobar Efe en la entrada de uno al aire libre que cuenta con servicios bancarios, de cafetería y de restauración.
Así, el teléfono se convierte en una herramienta imprescindible a la hora de aspirar a la vuelta a la normalidad en la China de los tiempos del coronavirus.
El escaneo de acceso no se limita a algunos bares, restaurantes y cafeterías de la ciudad, sino también a zonas enteras, como en el distrito artístico 798 de la capital china.